En una profesión que se considera que desempeñan los tontos del pueblo, el gran Miliki se labró una reputación. Hizo del circo un arte. Hizo de la infancia de miles de niños, algo mejor. Sin duda cuando muere un genio, el mundo es algo menos. Te echaremos de menos, payaso. Hasta siempre Miliki.
Descansa en paz, genio.
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